Un poco de música..

miércoles, septiembre 23, 2009

LA CASONA - EL CHASQUIDO



En sus oídos resonaba el motor.. cada vez más cerca, cada vez más alto.. ya oía los charcos del camino.. el coche parecia acercarse bastante rápido..

Por supuesto, tenía que ser ella, en la vida la había visto conducir despacio..
Pese a ello, en el tiempo que hacia que la conocía no había tenido ningún accidente.. Conducia muy bien, pero demasiado deprisa para su gusto..

Escuchó el frenazo del coche.. seguido del pitido de la verja, por eso le había costado tanto trabajo abrirla.. ahora lo comprendia..

Era una verja accionada por medio del mando a distancia.. con razón le había costado horrores moverla lo suficiente para entrar..

De nuevo el pitido del motor de la verja al cerrarse, y el chasquido de la verja cerrandose con fuerza..

El fuerte sonido no pudo por menos que sobresaltarle, era un ruido muy fuerte y seco, daba la impresión de estar cerrandose la puerta de un submarino..
Mejor intento estar tranquilo.. solo es un ruido..

El grijo de la entrada rebotó contra los escalones de la entrada..
Definitivamente ha frenado justo a la entrada de la casa..

Escuchó pasos apresurados acercandose al cobertizo, y la llave giró en la cerradura, la puerta chirrió al abrirse.

martes, septiembre 22, 2009

LA CASONA - LA ESPERA



Los minutos parecían transformarse en horas, las gotas de lluvia resonaban en los cristales como si fuesen las manecillas de un viejo reloj de cuerda, el tiempo parecía haberse detenido..

Pese al frío que hacia, de pronto se sorprendió sudando, un sudor frío que empapaba su frente y humedecia el antifaz.

El antifaz.. maldita sea, no quería el puñetero antifaz, daría lo que fuese por no llevarlo puesto, pero..

Pero, sabía perfectamente que si llegaba y lo encontraba sin el antifaz, le echaría de allí y no volvería a tener noticias suyas.

Demasiado bien lo sabía, ya que había estado a punto de perderla en una ocasión.
No, aquello no volvería a repetirse, el no volvería a cometer un estupido error.

Y, sin embargo, pese a estar haciendo lo que llevaba toda la vida anhelando, no podía por menos que dudar, era mucho lo que se jugaba, no tenía motivos para dudar de ella, y eso era lo que deseaba, pero tenía miedo.

No obstante lo cual, sabía que sería muy duro para el, y temía no estar preparado para poderlo soportar.

A lo lejos escuchó el sonido de un motor acercandose, y un escalofrío lo recorrió de pies a cabeza. No pudo evitar extremecerse...

viernes, septiembre 18, 2009

LA CASONA - EL ANTIFAZ



La lluvia golpeaba con fuerza los cristales, el viento zarandeaba la puerta, que pese a estar cerrada se movía.
La toalla apenas si le alcanzaba para cubrirse, no ya para entrar en calor, puesto que la felpa era muy fina y estaba humeda, por haberse secado con ella.

De la ropa mejor ni acordarse, porque había formado un gran charco en el suelo, si acaso, lo único medianamente aprovechable y seco, serían los zapatos, que tampoco darían excesivo calor..

Trató de dormir, ya era tarde y estaba cansado, cansado de la larga caminata hasta allí, cansado de esperar horas bajo la lluvia, cansado del frío que hacía, cansado de estar allí sin hacer nada...

Había logrado echar una cabezadita, cuando de pronto el sonido de su movil le despertó, abrió los ojos extrañado, le costó unos segundos recordar donde estaba.

Cogió el movil y leyó varias veces el sms, para cerciorarse de lo que leía.
SMS: "Llegaré en una hora, deja tus cosas en el cobertizo, no las necesitarás de momento. Ponte un poco presentable para recibirme".

Finalmente el momento que tanto deseaba, había llegado.
Cogió su chaqueta y sacó del bolsillo un antifaz de cuero negro. Lo miró con aprensión, una vez que se lo hubiese puesto, estaría totalmente ciego, no podría ver nada.
Pero debía hacer lo que le pedía, se lo puso y al instante, pesé a lo asustado que estaba se excitó.

jueves, septiembre 10, 2009

LA CASONA - EL COBERTIZO



La lluvia seguía callendo, ya estaba totalmente empapado..
El sonido del móvil le sobresaltó.
Se apresuró a leer el sms, de todas formas que podía hacer allí, salvo esperar y echar un vistazo al móvil...
Sms: "Llegaré más tarde, la verja está abierta, empujala. La llave del cobertizo está bajo el felpudo. Ponte comodo. Ya tendrás noticias mías.

Por lo menos ahora tenía algo que hacer... y podría dejar de mojarse.
Empujó la pesada verja, que chirrió y no sin esfuerzo logró moverla, era muy pesada, y estaba cansado. Al tercer intento la obstinada verja cedió, y le permitió entrar.

El cobertizo estaba al lado de la verja, tapado con los matorrales, más que cobertizo debió de usarse en sus buenos tiempos como garita, ya que disponía de una ventanilla a través de la cual observar y ver si convenia abrir o no la puerta.
El cobertizo por afuera se veía recien pintado y bonito, pero nada más lejos de la realidad, dentro sus paredes estaban totalmente desnudas, a ladrillo vista, ni siquiera estaban lucidas las paredes.

En el cobertizo lo único que había era una silla y una toalla, sobre el suelo de cemento...
Muy previsora, pensó, como siempre..

Se quitó su ropa calada y se envolvió en la toalla tratando de entrar en calor.
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